La creación del fuego mediante la rozadura de dos palos y su uso como combustible para el cocinado y la calefacción han influido decisivamente en la desconfianza de la madera como elemento estructural.

Además, algunos sucesos históricos de grandes incendios en ciudades con edificios de madera, como el de Roma (año 64), Londres (1666) o el de Trondhein (1717) han aumentado esa desconfianza.

El uso de acero y el hormigón en estructuras (no combustibles) se tomó como panacea contra el problema de los incendios en las estructuras de madera, falsedad que vinieron a demostrar grandes incendios como los de Chicago (1871) y San Francisco (1906), que no tuvieron nada que ver con la madera y tuvieron los mismos estragos.

Hay que tener en cuenta la gran capacidad de la madera de conservar su estructura y soportar cargas durante más tiempo frente al fuego en comparación con otros materiales. Esto lo tienen en cuenta los bomberos cuando actúan frente a un incendio ya que si las vigas son de acero, las posibilidades de derrumbe son más grandes ya que se derrite con el calor.

El estudio de los incendios ha dado lugar al desarrollo de algunos conceptos que son básicos y comunes a todas las normativas y códigos. Estos conceptos hacen referencia a los materiales individuales (reacción al fuego), a los elementos estructurales (resistencia al fuego) y a la definición general de la acción del fuego (incendio).

La reacción al fuego evalúa cómo se comportan los materiales ante el fuego, es decir, si el material es o no combustible y se clasifica en función de su grado de combustibilidad.

La resistencia al fuego evalúa cuánto tiempo mantienen su función los elementos constructivos o estructurales.

Se entiende por incendio aquel que se origina por la combustión de elementos constructivos, mobiliario y decoración y se desarrolla de forma aleatoria en el espacio y en el tiempo, en función de la cantidad y tipos de materiales que lo componen.

Para evaluar una estructura de madera ante una situación de incendio, hay que tener en cuenta diversos factores que influyen en la combustión de la madera y no pueden pasarse por alto:

  • La especie
  • La densidad
  • La escuadría, superficie y forma
  • El contenido de humedad
  • El tamaño de la fuente calorífica
  • Coeficiente de conductividad calorífica de la madera
  • El calor específico
  • La formación de carbón y velocidad de carbonización

FUENTE: https://www.maderea.es/el-estudio-del-fuego-en-estructuras-de-maderas/